FORT LAUDERDALE, FL – La inflación en Estados Unidos ha disminuido significativamente —pasando del 6.5% en 2022 al 2.3% en 2025—, pero el alivio en los precios no se ha traducido en una mejora emocional para millones de consumidores. Así lo revela la más reciente encuesta de Debt.com, que expone un alarmante aumento en los efectos emocionales negativos relacionados con las deudas, especialmente las de tarjetas de crédito.

De acuerdo con el informe, elaborado a partir de una muestra nacional de 1,000 participantes, el estrés financiero ha penetrado profundamente en la vida social, sentimental y mental de los estadounidenses.

“La inflación ha bajado, pero el daño emocional ya está hecho,” asegura Howard Dvorkin, contador público y presidente de Debt.com. “Las tarjetas de crédito siguen siendo la forma de deuda más común, y eso implica una carga emocional diaria para millones de personas.”

Aislamiento social, ansiedad y pérdida de sueño

En 2020, apenas el 10% de los encuestados decía evitar actividades sociales por culpa de sus deudas. En 2025, esa cifra ha escalado al 23%. El impacto también afecta el plano sentimental: más del 13% de los consumidores evita tener citas debido a su situación financiera, comparado con solo el 5% en 2022.

Otros hallazgos clave del estudio:

Sentimientos de desesperanza al revisar cuentas: del 6% en 2022 al 22% en 2025.

Tristeza relacionada con las finanzas: del 7% al 22%.

Pérdida de sueño por deudas: del 2.5% al 13%.

El 71% asegura que el uso de tarjetas de crédito afecta su salud mental.

El 43% se siente estresado tras utilizarlas y casi el 40% evita revisar sus estados de cuenta por ansiedad.

El 25% ha solicitado tarjetas de crédito mientras se encontraba emocionalmente vulnerable.

Inflación y deuda estudiantil: otros factores de presión

Aunque los precios han comenzado a estabilizarse, el 74% de los encuestados todavía siente ansiedad por el costo de vida. Este estrés impacta directamente en el entorno laboral: el 23% dice tener dificultades para concentrarse en el trabajo, y el 7% incluso reporta no poder comer debido al nivel de preocupación financiera.

En cuanto a la deuda estudiantil, los datos también son preocupantes:

El 88% de quienes están en mora temen embargos de salario o pérdida de reembolsos de impuestos.

El 68% ha buscado alternativas como planes de pago o ahorro mensual.

1 de cada 4 debe más de $50,000 en préstamos estudiantiles.

Salud mental y finanzas: un vínculo inseparable

Para Dvorkin, la relación entre salud financiera y emocional es directa y urgente.

“Nuestra salud mental está profundamente ligada a nuestra salud financiera. Hablar de estos temas y ofrecer herramientas prácticas para enfrentar la deuda es fundamental para aliviar la presión que sienten tantas familias hoy.”

El estudio enfatiza la necesidad de educación financiera, acceso a asesoramiento y apoyo emocional como pilares para enfrentar esta creciente problemática social y económica.

(Noticias Newswire)